La Mujer Que Yo Soy

Es una novela romantica-ficticia basada en mis propias vivencias de mujer hispana creciendo y desarrollandose en el mundo anglosajón y sobre mis propias experiencias en el amor y en las trajedias que muchos hispanos han vivido, de como las he hido superando y como finalmente el amor y el bien vencen.

La Mujer Que Yo Soy; Primera Parte

Hay sólo un amor verdadero en toda nuestra vida, sólo uno que crece, florece y dura toda una eternindad. Así es el amor que se retrata en cada una de las pájinas de esta primera edicion de La Mujer Que Soy. Un amor que ha triunfado a pesar de las diferencias sociales y culturales. Un amor
apasionado que puede romper cualquier barreras y que al final sale triunfador.

Eran las seis de la mañana cuando el reloj despertador resonó por toda la habitacíon despertando de repente a Linda y haciendola caer a el suelo. Linda despertó malhumarada y semirodando entre las sabanas que apenas cubrian su piel blanca y desnuda. Ella se levanta torpe y vagamente y mira a su alrededor. Nada. El cuarto está vacio. Otra vez Marvin su compañero de hace unos años, se ha marchado, ó tal vez ni siquiera ha pasado la noche allí. Linda sabe que no es momento de pensar dónde pueda estar Marvin.

(Ella) Tiene que apresurarse si no quiere perder el tren que la llevaría ese día a la casa editoral Lovecraft’s Books localizada en la céntrica ciudad de Manhattan donde tiene una entrevista para publicar su nuevo cuento, “Devil’s Advocate”… Ya en la puerta del edificio Linda vuelve a pensar en Marvin y se da cuenta que desde hacen tan solo varias semanas él ha estado muy misterioso y muy pocas noches las ha pasado con ella. “Marvin, solo tienes tiempo para tus amigos y tus borracheras”, Linda le recrimina a Marvin con voz ronca.
“Tan pronto consiga trabajo todo será distinto”, responde Marvin sabiendo que es una promesa que el no piensa cumplir.

Tan pronto Linda llega al “lobby” todo recuerdo de Marvin queda olvidado frente a la hermetica pero sexy sonrisa del recepcionista que la esta observando mientras la estudia de pies a cabeza. Linda nota que él es bastante tractivo a pesar de su aire arrogante y las pequeñas canas que se dejan ver en cada lado de su bien cortado cabello. El debe tener unos 48 años calcula mentalmente Linda. Sobre el escritorio Linda puede ver su nombre en una placa que dice Steven. Sus ojos tropiesan y linda de siente clavada al suelo e imita una sonrisa sin que ninguno de los dos aparten sus ojos del uno al otro…

Ya en la puerta del edificio Linda vuelve a pensar en Marvin y se da >cuenta que desde hacen tan solo varias semanas él ha estado muy misterioso y >muy pocas noches duerme con ella. >Tan pronto ella llega al “lobby” todo recuerdo de Marvin queda olvidado >frente a la hermetica pero sexy sonrisa del recepcionista que la estudia de pies a cabeza mientras ella >se dirije hacia el notanto que lleva en el lado derecho de su camisa su >nombre, Santiago. Sus ojos tropiesan y linda de siente clavada al suelo e >imita una sonrisa sin que ninguno de los dos aparten sus ojos del uno al otro…

Despues de un par de segundos Linda aclara su garganta y pide al recepcionista que le indique la officina de Mr. King. ” Donde queda la oficina de Mr. King?” ella pregunta suavemente.
“Es el tercer piso a la derecha” responde Santiago, “Le dejare saber que su cita de las 8:30 ya llegó.” Evalinda lo observa y dando un suspiro impaciente replica; ” Miss Hernandez. Evalinda Hernandez”.
“Sí. La Señorita Hernandez acaba de llegar. La hago pasar?”, “El Señor King la espera.”

Con paso apresurado Linda se acerca al elevador no sin antes voltear a ver si Santiago la seguía observando y no se equivocó. Santiago le habia seguido los pasos con la vista y sonreía disimuladamente cosa que hizo que Linda sonriera tambien, más abiertamente y un poco coqueta. Pasaron tan solo unos minutos cuando una joven de cabellos cortos y obscuros le dice sonriendo a Linda que ya podía pasar a ver al Sr. King. Todo fue como Linda lo habia esperado.

Mientras alimentaba a su gato “Fat Lui” ó “fatty” como a ella le gustaba llamarle a su gatito, su mente divagaba mientras ella hiba haciendo planes para el futuro de su nueva obra, ya ella había publicado un libro anterior a este con la misma compañía y aunque un poco lento las ventas hiban llegando y el libro hiba dejando los casilleros de las librerias vacíos. Pronto tendría que ordenar mas copias.

Joder! con todos lo problemas con Marvin, Linda no habia tenido tiempo de hacer nada y habia olvidado que hoy era el dia en que ella tenia la firma de libros en Bergdorf Goodman on 5th and 7th, un lugar un poco decadente pero muy frecuentado por la elite de NY y turistas con camaras fotografiando todo lo que encuentran a su paso. Que mejor sitio que Bergdorf para promover una novela de la calidad y estilo de Evalinda Hernandez. Por suerte todavia le quedaban dos horas con las cuales podia disponer para arreglarse, comer algo rápido y llamar un taxi. Y así lo hizo. Sólo tenia que recojer su cabello en un apretado chignon y deslizarse dentro de su ajustado traje negro. Los aretes de madre perlas que había recibido como regalo de un antiguo admirador no podian faltar, ni mucho menos su delicado pero bastante usado bolso color marfíl que combinaba tan bien con sus sandalias de medio tacón.

Ella había practicamente saltado dentro del taxi al darse cuenta que ya no le sobraba mucho tiempo. “Hacia Bergdof por favor”, dijo Linda al taxista Cubano que ella solía utilizar para emergencias como estas por su buena eficacia y rapidéz al volante. Juan, el taxista, parecia un Jet por las calles de “Nueva York”. Linda fué recibida con aplausos y abrazos y un hermoso ramo de rosas amarillas de parte de la casa Goodman, haciendole un honor merecido a su invitada. Maria, su amiga y escritora, también estaba allí en solidaridad y muy orgullosa del triunfo que Linda estaba teniendo. María aún podía recordar las veces en que Linda le había pedido prestado un vestido o un par de zapatos para salir a una cita romantica con algun chico “high class” y cuando ambas habian compartido la comida entre ellas para economizar unos centavos.

Linda y María habían asistido a una escuela pública de niñas juntas, y en la Superior eran inseparables, sólo que tuvieron que distanciarse un poco en aquel tiempo por que Mauricio el novio de Linda no soportaba a Maria y para ser fiel a los hechos, Maria tampoco lo toleraba. Era odio a primera vista. Esos momentos de adolecencia fueron muy arduos para Linda que en aquel tiempo parecía una espiga de lo delgada que estaba. Apenas tenía con que comer y su familia era bastante humilde, cosa que Linda se negaba aceptar y esa negación la había convertido en una joven muy rebelde.
Mientras ella autografiaba su libro y saludaba a su audiencia, recordaba con nostalgia su juventud y todos los obtaculos que ella había logrado superar por su propio esfuerzo y su caracter indomable. Mientras firmaba suavemente su habitual mensaje “Live & Learn” y dejaba impreso su nombre en la pagina blanca de su libro era como si las letras flotaran del libro, igual que sus pensamientos, y la llevaran como una brisa hacia otra epoca, hacia otro tiempo…

Puerto Rico 1989

“Eva, Evalinda!”, llamaba a toda voz Maria, ” Ven, que el desfile va a comenzar.”
Linda corría hacia su amiga mientras cargaba en sus manos su maquillaje. Casi termina de cara al piso al tropesar con Mark, su antiguo profesor de noveno. “Cuidado por donde caminas Evalinda”. “Wow! Pero que linda estas, le haces honor a tu nombre. Ven dejame darte un beso de felicitación por tu gradiación.” Frank toma a Evalinda en sus brazos pareciendo mas un joven enamorado que un maestro felicitando a su alumna, le planta un sonoro y humedo beso en la mejilla mientras acariciaba con su otra mano su espalda y su cabello.

Linda noto que su abrazo era un poco mas fuerte y mas caluroso que de lo común, y con una media sonrisa se apartó de su maestro y se dirijió a la fila donde la esperaba María y sus otras amigas. Tan pronto como ella se acercó a la tarima para recibir su diploma de graduación ella se sintió un poco mareada por la emoción y el extreme calor el pequeño salon donde la graduación se celebraba. Ella tomó su diploma con una mano mientras la otra tocaba el podium para mantener su equilibrio. En ese momento Linda sintio un presajio o una vision de su futuro y se vio ella misma parade detras del podium y sonriendole al publico mientras comenzaba a recitar un capitulo de su libro. Linda supo que todo estaria bien, que asi seria en el futuro. Se vio sonriendose a ella misma, la Linda del presente y la Linda del futuro compartiendo una mirada, una sonrisa, un sueño y una idea…

To Be Continued

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